ESTABILIDAD
La noción de estabilidad es aquella que hace
referencia a la permanencia de las características de un elemento o de una
situación a través del tiempo, de su condición de estable o constante. La
estabilidad puede ser aplicada como característica a determinados fenómenos
físicos así también como fenómenos sociales, históricos, políticos, económicos,
culturales o individuales siempre que se mantenga la idea de constancia y
permanencia de los elementos que componen a tal fenómeno.
Por lo general, la noción de estabilidad se relaciona
con un sinfín de fenómenos de tipo físico o natural que se dan en el ambiente y
que tienen por característica principal el mantenimiento de sus elementos en
determinadas condiciones a través del tiempo. Esto quiere decir que la
estabilidad es así la presencia de componentes que se mantienen como tales
independientemente del cambio de otros factores externos. Un caso de
estabilidad para las ciencias naturales podría ser la permanencia de las
características de la materia, por ejemplo, la estabilidad del agua de un
recipiente. Si ésta cambiara su volumen, su movimiento o sus componentes
esenciales, la estabilidad ya no sería para ella una característica.
Sin embargo, el término estabilidad también puede ser utilizado para fenómenos de tipo social o humano en los cuales se da la misma situación de permanencia de determinados elementos. En este sentido, la estabilidad aplicada a fenómenos humanos no tan fácilmente cuantificables es de todos modos visible y mensurable de acuerdo a parámetros socialmente impuestos. Por ejemplo, la estabilidad de una institución tal como la familia depende del mantenimiento de ciertos lazos y relaciones de modo ordenado y reproductivo de acuerdo a lo que cada sociedad entienda por tales términos. Al mismo tiempo, la estabilidad política de un gobierno puede significar la permanencia en el tiempo de los funcionarios asignados a tal rol. Finalmente, la estabilidad emocional o económica de una persona puede significar la permanencia de determinadas condiciones de orden y constancia en su vida cotidiana.
Sin embargo, el término estabilidad también puede ser utilizado para fenómenos de tipo social o humano en los cuales se da la misma situación de permanencia de determinados elementos. En este sentido, la estabilidad aplicada a fenómenos humanos no tan fácilmente cuantificables es de todos modos visible y mensurable de acuerdo a parámetros socialmente impuestos. Por ejemplo, la estabilidad de una institución tal como la familia depende del mantenimiento de ciertos lazos y relaciones de modo ordenado y reproductivo de acuerdo a lo que cada sociedad entienda por tales términos. Al mismo tiempo, la estabilidad política de un gobierno puede significar la permanencia en el tiempo de los funcionarios asignados a tal rol. Finalmente, la estabilidad emocional o económica de una persona puede significar la permanencia de determinadas condiciones de orden y constancia en su vida cotidiana.
RENTABILIDAD
La rentabilidad es una relación entre los recursos
necesarios y el beneficio económico que deriva de ellos.
En la economía, la rentabilidad financiera es considerada como aquel vínculo que existe entre el lucro económico que se obtiene de determinada acción y los recursos que son requeridos para la generación de dicho beneficio. En otras palabras, puede entenderse a la rentabilidad o “return on equity” en inglés (ROE), como el retorno que recibe un accionista en una empresa por participar económicamente de la misma.
En toda actividad económica es necesaria la contemplación de un riesgo para la obtención de una devolución económica. Es, en definitiva rentable o no la forma en que una empresa invierte fondos en determinadas operaciones para generar ingresos a cambio.
La rentabilidad suele expresarse en un porcentaje de relación. Por ejemplo, si la empresa invierte 10 dólares y los intereses que genera en respuesta son de 1 dólar, la rentabilidad es de un 10%.
Uno de los métodos más difundidos para calcular la rentabilidad de una acción o de una empresa es la Fórmula de Du Pont, la cual contempla diversas variables que calculan la Rentabilidad Neta sobre Ventas, por un lado, y la rotación de ventas sobre el patrimonio, por el otro.
Dependiendo de cada empresa, el acento en la rentabilidad estará puesto en vender más a bajo coste, o en vender menos pero con un mayor valor.
Además del aspecto económico y financiero, también existe la llamada rentabilidad social. Esta, como contrapartida de la económica, considera que un Estado o institución gubernamental (pero también en casos empresas privadas) deben rendir más beneficios que pérdidas a la sociedad en la que se encuentran inmersos.
En una empresa pública, por caso, el objetivo no es generar ganancias sino brindar una utilidad beneficiosa para el conjunto social, un servicio útil que evite problemas y retrasos. Desde este punto de vista es que toda institución gubernamental debe contemplar su rentabilidad social como objetivo de base. Por ejemplo, la rentabilidad social del transporte público o de una oficina de aduanas.
Pero en una empresa privada también ha empezado a considerarse la provisión de rentabilidad social para la comunidad. En este sentido, se entiende que el único objetivo de una companía no es generar dinero, sino también devolver algo a la sociedad, a nivel social, económico y ambiental. La rentabilidad social está vinculada al nuevo concepto de sustentabilidad o sostenibilidad, que supone que tanto los individuos como las empresas y los gobiernos deben incluir entre sus fines una idea de desarrollo que no agote las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras.
En la economía, la rentabilidad financiera es considerada como aquel vínculo que existe entre el lucro económico que se obtiene de determinada acción y los recursos que son requeridos para la generación de dicho beneficio. En otras palabras, puede entenderse a la rentabilidad o “return on equity” en inglés (ROE), como el retorno que recibe un accionista en una empresa por participar económicamente de la misma.
En toda actividad económica es necesaria la contemplación de un riesgo para la obtención de una devolución económica. Es, en definitiva rentable o no la forma en que una empresa invierte fondos en determinadas operaciones para generar ingresos a cambio.
La rentabilidad suele expresarse en un porcentaje de relación. Por ejemplo, si la empresa invierte 10 dólares y los intereses que genera en respuesta son de 1 dólar, la rentabilidad es de un 10%.
Uno de los métodos más difundidos para calcular la rentabilidad de una acción o de una empresa es la Fórmula de Du Pont, la cual contempla diversas variables que calculan la Rentabilidad Neta sobre Ventas, por un lado, y la rotación de ventas sobre el patrimonio, por el otro.
Dependiendo de cada empresa, el acento en la rentabilidad estará puesto en vender más a bajo coste, o en vender menos pero con un mayor valor.
Además del aspecto económico y financiero, también existe la llamada rentabilidad social. Esta, como contrapartida de la económica, considera que un Estado o institución gubernamental (pero también en casos empresas privadas) deben rendir más beneficios que pérdidas a la sociedad en la que se encuentran inmersos.
En una empresa pública, por caso, el objetivo no es generar ganancias sino brindar una utilidad beneficiosa para el conjunto social, un servicio útil que evite problemas y retrasos. Desde este punto de vista es que toda institución gubernamental debe contemplar su rentabilidad social como objetivo de base. Por ejemplo, la rentabilidad social del transporte público o de una oficina de aduanas.
Pero en una empresa privada también ha empezado a considerarse la provisión de rentabilidad social para la comunidad. En este sentido, se entiende que el único objetivo de una companía no es generar dinero, sino también devolver algo a la sociedad, a nivel social, económico y ambiental. La rentabilidad social está vinculada al nuevo concepto de sustentabilidad o sostenibilidad, que supone que tanto los individuos como las empresas y los gobiernos deben incluir entre sus fines una idea de desarrollo que no agote las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras.
SOLVENCIA
Solvencia (del latín solvens)
es la acción y efecto de solver o
resolver (hallar
solución a un problema,
desatar una dificultad, tomar una determinación, recapitular).
El concepto se
utiliza para nombrar a la capacidad de satisfacer deudas y a la carencia de éstas.
Por ejemplo: “El
banco debe pedir informes para comprobar nuestra solvencia antes de otorgarnos
el crédito”, “La
empresa tuvo que esforzarse mucho, pero finalmente ha recuperado la solvencia”, “Nuestra compañía necesita el
préstamo con urgencia; si bien siempre nos hemos caracterizado por nuestra
solvencia, estamos atravesando un momento especialmente difícil”.
Existen agencias y compañías especializadas
que se dedican a analizar la solvencia de otras empresas, organizaciones e incluso estados. Para esto realizan complejos estudios en
base a diversos indicadores y finalmente otorgan una calificación de acuerdo a
la capacidad de pago de las deudas.
Un ejemplo de calificación sobre
la solvencia de una entidad es el ranking que va de la A a la D. Las
organizaciones que reciben una calificación A son aquellas con máxima capacidad de
pago y plena facultad para cumplir con sus deudas mientras que, en el otro
extremo, la calificación D indica una gran vulnerabilidad y serio
riesgo de incumplimiento.
Estos análisis de solvencia permiten a
quienes otorgan créditos y préstamos conocer la capacidad de pago de la
organización que contrae la deuda. Si una empresa con calificación
D emite bonos,
los compradores deberían tener en cuenta las potenciales dificultades para el
cobro. En cambio, si la deuda tiene calificación A,
no deberían registrarse problemas ya que la solvencia está virtualmente garantizada.
LIQUIDEZ
La liquidez es la capacidad de la empresa de hacer frente
a sus obligaciones de corto plazo. La liquidez se define como la capacidad que
tiene una empresa para obtener dinero en efectivo. Es la proximidad de un
activo a su conversión en dinero.
Para medir la liquidez de una empresa se utiliza el ratio o razón de liquidez. La cual mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo. Del análisis de estas razones se puede conocer la solvencia de efectivo de la empresa y su capacidad de permanecer solvente en caso de acontecimientos adversos.
Para medir la liquidez de una empresa se utiliza el ratio o razón de liquidez. La cual mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo. Del análisis de estas razones se puede conocer la solvencia de efectivo de la empresa y su capacidad de permanecer solvente en caso de acontecimientos adversos.
La
liquidez es la capacidad que tiene una entidad para obtener dinero en efectivo y así hacer frente a sus
obligaciones a corto plazo. En otras palabras, es la facilidad con la que un activo puede convertirse en
dinero en efectivo.
Por
ejemplo, una caja fuerte con un depósito es un activo de alta liquidez, ya que es fácilmente
convertible en dinero en efectivo cuando sea necesario.
Para
medir la liquidez de una empresa se utiliza el ratio de liquidez, con el que se
calcula la capacidad que tiene ésta para hacer frente a sus obligaciones a
corto plazo.
Así
pues, se puede averiguar la solvencia en efectivo de una empresa y su capacidad
para seguir siendo solvente ante cualquier imprevisto.
PRODUCTIVIDAD
La productividad es la
capacidad de algo o alguien de producir, ser útil y provechoso. Siempre que se
pronuncia la palabra se está dando cuenta de la cualidad de productivo que
presenta algo.
También, el término es empleado para referir la capacidad o grado de producción por unidad de trabajo, de superficie de tierra cultivada, de equipo industrial, entre otros.
La productividad es un concepto que describe la capacidad o el nivel de producción por unidad de superficies de tierras cultivadas, de trabajo o de equipos industriales. De acuerdo a la perspectiva con la que se analice este término puede hacer referencia a diversas cosas, aquí presentamos algunas posibles definiciones.
También, el término es empleado para referir la capacidad o grado de producción por unidad de trabajo, de superficie de tierra cultivada, de equipo industrial, entre otros.
La productividad es un concepto que describe la capacidad o el nivel de producción por unidad de superficies de tierras cultivadas, de trabajo o de equipos industriales. De acuerdo a la perspectiva con la que se analice este término puede hacer referencia a diversas cosas, aquí presentamos algunas posibles definiciones.
En el campo de la economía, se
entiende por productividad al vínculo que existe entre lo que se ha producido y
los medios que se han empleado para conseguirlo (mano de obra, materiales,
energía, etc.). La productividad suele estar asociada a la eficiencia y al
tiempo: cuanto menos tiempo se invierta en lograr el resultado anhelado, mayor
será el carácter productivo del sistema.
Por medio de la productividad se pone a
prueba la capacidad de una estructura para desarrollar los productos y el nivel
en el cual se aprovechan los recursos disponibles. La mejor productividad
supone una mayor rentabilidad en cada empresa. De
esta manera, la gestión de calidad busca que toda firma logre incrementar su
productividad.
Algunos de los aspectos indispensables que no
deben olvidarse a la hora de montar una compañía que produzca bienes o servicios son:
la calidad, la producción, la eficiencia,
la innovación, la tecnología y los nuevos métodos de trabajo.
Conceptos que tienen que ver con la productividad a largo y pequeño plazo; en
base a lo mucho o poco que se respeten estas cuestiones, dependerá el
pronóstico de vida de la compañía.
En una empresa, la productividad es
fundamental para crecer o aumentar la rentabilidad y para alcanzar una buena
productividad deben analizarse con detenimiento los métodos utilizados, el
estudio de tiempos y una sistema organizado para realizar el pago de los
sueldos a los empleados.
Si quisiéramos buscar un sinónimo del
término, podríamos aferrarnos al de rendimiento, ya
que la productividad exige un buen manejo de los recursos a fin de conseguir
resultados que vuelvan eficiente todas las labores desarrolladas dentro de la
compañía, no sólo en lo que respecta a la fabricación o producción del
servicio, sino también en lo referente a los métodos utilizados y a la relación
interna de la compañía.
La forma en la que las empresas pueden medir
la productividad, es a través de un cálculo en el que se realiza una
comparación entre los insumos y los productos,
donde la eficiencia es lo que representa el costo por unidad de cada producto.
http://www.definicionabc.com/economia/rentabilidad.php
http://www.definicionabc.com/economia/productividad.php
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